sábado, 22 de agosto de 2015

El concepto de fondo alcohólico o adictivo, parte 2

El concepto de fondo alcohólico deriva de una serie de aspectos del primer paso de Alcohólicos Anónimos (libro Doce Pasos y Doce Tradiciones) que citamos a continuación, en particular de su encabezado e implicaciones:
"Admitimos que éramos impotentes ante el alcohol, que nuestras vidas se habían vuelto ingobernables".

¿A quien gusta admitir la derrota total? A casi nadie, por supuesto. Todos los instintos naturales se rebelan contra la idea de la impotencia personal. Es verdaderamente horrible admitir que, con una copa en la mano, hemos deformado nuestra mente hasta tener una obsesión por beber tan destructiva que solo un acto de la Providencia puede librarnos de ella.

  No hay otro tipo de bancarrota como ésta. El alcohol, ahora convertido en nuestro acreedor más despiadado, nos despoja de toda confianza en nosotros mismos y toda voluntad para resistirnos a sus exigencias. Una vez que se acepta esta dura realidad, nuestra bancarrota como seres humanos es total.

Pero al ingresar en A.A. pronto adoptamos otra perspectiva sobre esta humillación absoluta. Nos damos cuenta de que sólo por medio de la derrota total podemos dar nuestros primeros pasos hacia la liberación y la fortaleza. La admisión de nuestra impotencia personal resulta ser a fin de cuentas la base segura sobre la que se puede construir una vida feliz y útil.

   Sabemos que son pocos los beneficios que un alcohólicos que ingrese en A.A. puede esperar, si ni ha aceptado, desde el principio, su debilidad devastadora y todas sus consecuencias.
(...)
   Durante los años pioneros de A.A., únicamente los casos más desesperados podían tragar y digerir esta dura verdad. E incluso estos "moribundos" tardaban mucho en darse cuenta de lo grave de su condición. Pero unos cuantos sí se dieron cuenta y cuando se aferraban a los principios de A.A. con todo el fervor con que un náufrago se agarra ala salvavidas, casi sin excepción empezaban a mejorarse. Por eso, la primera edición del libro "Alcohólicos Anónimos", publicado cuando teníamos muy pocos miembros, trataba exclusivamente de casos de bajo fondo. Muchos alcohólicos menos desesperados probaron A.A., pero no les dio resultado porque no podían admitir su impotencia.

   Es una tremenda satisfacción hacer constar que esta situación cambió en los años siguientes. Los alcohólicos que todavía conservaban su salud, sus familias, sus trabajos e incluso tenían dos coches en su garaje, empezaron a reconocer su alcoholismo. Según aumentaba esta tendencia, se unieron a ellos jóvenes que apenas se podían considerar alcohólicos en potencia. Todos ellos se libraron de esos diez o quince años de auténtico infierno por los que el resto de nosotros habíamos tenido que pasar. Ya que el Primer Paso requiere que admitamos que nuestras vidas se habían vuelto ingobernables, ¿cómo iban a dar este Paso personas como ésas?

   Era claramente necesario levantar el fondo que el resto de nosotros habíamos tocado hasta el punto que les llegara a tocar a ellos. Al repasar nuestros historiales de bebedores, podíamos demostrar que, años antes de darnos cuenta, ya estábamos fuera de control, que incluso entonces nuestra forma de beber no era un simple hábito, sino  que en verdad era el comienzo de una progresión fatal.
(...)
   ¿Por qué tanta insistencia en que todo A.A. toque fondo primero? La respuesta es que muy poca gente tratará de practicar sinceramente el programa de A.A. a menos que haya tocado fondo. Porque la práctica de los restantes once Pasos de A.A. supone actitudes y acciones que casi ningún alcohólico que todavía bebe podría siquiera soñar en adoptar.
(...)
Bajo el látigo del alcoholismo, nos vemos forzados a acudir a A.A. y allí descubrimos la naturaleza fatal de nuestra situación. Entonces, y sólo entonces, llegamos a tener la amplitud de mente y la buena disposición para escuchar y creer que tienen los moribundos. Estamos listos y dispuestos a hacer lo que haga falta para librarnos de esta despiadada obsesión". (AA, libro Doce Pasos y Doce Tradiciones, paso 1, Traducción al español Copyright © 1985, 1995 por Alcoholics Anonymous World Services, Inc., New York, subrayado por el autor de este blog, recomendamos comprar el original con el texto completo). 



lunes, 10 de agosto de 2015

El concepto de fondo alcohólico o adictivo, parte 1

En el libro de Narcóticos Anónimos, Guías para trabajar los Doce Pasos de Narcóticos Anónimos, se ofrece una explicación bastante didáctica de los doce pasos, por lo cual vamos a recurrir en primer lugar a la misma para ofrecer una definición del fondo alcohólico o adictivo y como se relaciona con otros conceptos del primer paso.

Hacemos una aclaración, si bien en autor de este blog no fue usuario de drogas distintas al alcohol, las adicciones en general tienen rasgos comunes como la pérdida de control, la tolerancia, la dependencia, las consecuencias negativas y el síndrome de abstinencia.

Volvamos al tema que nos ocupa, la definición de fondo:
"Golpeando el fondo: desesperación y aislamiento
Finalmente nuestra adicción nos lleva a un lugar donde no podemos seguir negando la naturaleza de nuestro problema. Todas las mentiras, todas las racionalizaciones, todas las ilusiones se caen cuando debemos enfrentar lo que se ha vuelto nuestra vida. Nos damos cuenta que hemos estado viviendo sin esperanza. Encontramos que nos hemos quedado sin amigos o tan completamente desconectados que nuestras relaciones son una simulación, una parodia del amor y la intimidad. Aunque pueda parecer, cuando nos encontramos en este estado,  que todo está perdido, la verdad es que debemos atravesar este lugar antes de que nos podamos embarcar en nuestro viaje de recuperación.
¿Que crisis me llevó a la recuperación?
•    ¿Que situación me llevó a trabajar formalmente el paso uno?
•    ¿Cuándo reconocí por primera vez mi adicción como un problema? ¿Traté de corregirlo? Si es así, ¿cómo? Si no, ¿por qué no?"
Esto a su vez se relaciona con otros conceptos del paso uno, cuyo encabezado dice "Admitimos que éramos impotentes antes nuestra adicción, que nuestra vida se había vuelto ingobernable".
La enfermedad de adicción

Lo que nos hace a nosotros adictos es la enfermedad de la adicción, no las drogas, no nuestra conducta, sino nuestra enfermedad. Hay algo dentro de nosotros que nos hace incapaces de controlar nuestro uso de drogas. Este mismo “ algo “ también nos inclina a la obsesión y la compulsión en otras áreas de nuestras vidas. (...)

Negación

La negación es la parte de nuestra enfermedad que nos dice que no tenemos una enfermedad. Cuando estamos en negación, somos incapaces de ver la realidad de nuestra enfermedad. Minimizamos sus efectos. Culpamos a otros, citando  las expectativas demasiado altas de familiares, amigos y empleadores. Nos comparamos con otros adictos cuyas adicciones parecen  “peores” que la nuestra. Podemos culpar a una droga en particular. Si hemos estado en abstinencia de drogas por algún tiempo, podemos comparar la normal manifestación de nuestra adicción con nuestro uso de las drogas, racionalizando que ¡nada que hagamos hoy podría ser tan malo como fué aquello!. Uno de los modos más fáciles de darnos cuenta que está en negación es cuando nos encontramos a nosotros mismos, dándonos plausibles pero falsas razones de nuestra conducta (...)

Sin poder

Como adictos reaccionamos a la palabra “ sin poder” de diversos modos.  Algunos de nosotros reconocen que simplemente  no podría existir una  descripción más exacta de nuestra situación, y admiten nuestra impotencia con un sentimiento de alivio. Otros rechazan la palabra, conectándola con debilidad o creyendo que indica alguna deficiencia de carácter. Comprendiendo “sin poder”- y como el admitir nuestro sin poder es esencial para nuestra recuperación- nos llevará a nosotros a desestimar cualquier sentimiento negativo que tengamos sobre el concepto.
Nosotros estamos sin poder cuando la fuerza que impulsa en nuestra vida está más allá de nuestro control. Nuestra adicción podría ciertamente ser calificada como una fuerza incontrolable que impulsa. Nosotros no podemos moderar o controlar nuestro uso de drogas, ni otras conductas compulsivas, aún cuando nos hagan perder las cosas que nos importan más. No podemos parar, aún cuando el continuar resultará, seguramente en un daño físico irreparable. Nos encontramos a nosotros mismos, haciendo cosas que  nunca haríamos si no fuera por nuestra adicción; cosas que nos harían temblar de vergüenza si pensáramos en ellas. Podemos incluso decidir que no queremos usar, que no vamos a usar, y darnos cuenta que somos simplemente incapaces de parar cuando se presenta la oportunidad (...)

Ingobernabilidad

El primer paso nos pide que admitamos dos cosas: una, que estamos sin poder sobre nuestra adicción; y dos, que nuestras vidas se han vuelto ingobernables. En realidad, nosotros estaríamos duramente presionados para admitir una y no la otra. Nuestra no gobernabilidad es la evidencia externa de nuestra falta de poder. Hay dos tipos generales de ingobernabilidad: ingobernabilidad externa, de la clase que puede ser vista por los otros; e ingobernabilidad interna, o personal (...)

Reservas

Las reservas son lugares en nuestro programa que hemos reservado para las recaídas. Ellas pueden ser construidas alrededor de la idea de que nosotros podemos retener una pequeña medida de control (...)

Rendición

Hay una enorme diferencia entre resignación y rendición. Resignación es lo que sentimos cuando nos hemos dado cuenta que somos adictos pero todavía no hemos aceptado la recuperación como la solución a nuestro problema. Muchos de nosotros se encuentran a sí mismos en este punto mucho antes de venir a N.A.. Podemos haber pensado que era nuestro destino ser adictos, vivir y morir en nuestra adicción. La rendición, por otro lado, es lo que sucede después que hemos aceptado el primer paso como algo que es verdad para nosotros y hemos aceptado que la recuperación es la solución. Nosotros no queremos que nuestras vidas sean lo que fueron. No queremos seguir sintiéndonos como nos hemos sentido (...) 
Principios espirituales

En el primer paso, nosotros vamos a enfocar la honestidad, la apertura mental, la buena voluntad, la humildad, y la aceptación.
La práctica del principio de honestidad desde el Primer Paso comienza admitiendo la verdad sobre nuestra adicción, y continua con la práctica de la honestidad sobre una base diaria. Cuando nosotros decimos “Yo soy un adicto” en una reunión, puede ser la primera cosa verdaderamente honesta que hemos dicho en un largo tiempo. Nosotros empezamos a ser capaces de ser honestos con nosotros mismos y, consecuentemente, con otra gente."
Tomado de: Narcóticos Anónimos. Guías para trabajar los pasos de Narcóticos Anónimos. NAWS Inc, 2000. Sin embargo el texto que citamos aquí lo tomamos de otra traducción (vía Google) de este sitio, que tiene algunas diferencias de expresión con el texto impreso, pero se recogen los mismos conceptos.

En un segundo post sobre este tema resumiremos lo planteado en el primer paso del libro sobre los Doce Pasos de Alcohólicos Anónimos.