viernes, 27 de noviembre de 2015

Darse por vencido: de la admisión a la aceptación

Con anterioridad escribimos dos entradas sobre el fondo alcohólico y el primer paso de AA para dejar de beber.

Como un aporte adicional citamos, de manera selectiva, una sección del libro "Querer no es poder: Cómo comprender y superar las adicciones" de Washton y Boundy, Ediciones Paidós, 1991.
Darse por vencido: de la admisión a la aceptación 
"Para frenar una adicción, usted debe ir más allá de la admisión intelectual "sí, tengo un problema", hasta aceptar ese hecho a un nivel profundo o emocional. Esto implica aceptar: 1) que usted es adicto, 2) que no conseguirá recuperarse a través del ejercicio de su voluntad, y 3) que para recuperarse tendrá que cambiar su modo de pensar y de vivir (...)
La idea que la voluntad es suficiente para superar una adicción nace del sistema de creencias adictivo, como hemos visto. Si creemos que somos omnipotentes, entonces pensamos que deberíamos ser capaces de controlarnos también nosotros mismos. Pero incluso si logramos controlar el uso del alterador del estado de ánimo a fuerza de determinación y voluntad, es muy probable que tengamos una nueva recaída o iniciemos una nueva adicción. 
Cada uno de nosotros tiene mucho poder, pero sólo si reconocemos antes nuestras propias limitaciones y adoptamos y una actitud receptiva ante la ayuda exterior. De modo que, una vez más, aquí hay una paradoja, una contradicción. Admitir que estoy atrapado, que no tengo control sobre mi conducta, me da acceso al poder que si tengo: el poder que proviene de decir la verdad y afrontar la realidad (...) 
Para dar este primer paso, usted debe abandonar la creencia que debería ser todopoderoso y perfecto. Cuando el adicto entiende que ser limitado no es vergonzoso sino humano, su humillación se transforma en humildad (...) 
El adicto está atrapado en una encrucijada. Renunciar a la esperanza de controlar su adicción es algo que va en contra de su modus operandi. El está acostumbrado a tratar de controlarlo todo. Pero desistir de ejercer control es precisamente lo que se requiere para recuperarse. Si continúa con su adicción, sufre consecuencias adicionales y crecientemente negativas; si admite su derrota, invalida el sistema de creencias en que ha basado toda su vida (...) 
Con la aceptación, el mero acatamiento superficial e indiferente es reemplazado por una disposición y hasta una ansia de emprender la tarea de recuperación. La persona renuncia a la necesidad de controlar, al desafío y la grandiosidad asociados con la adicción, y comienza a aceptar ayuda con gratitud en vez de resentimiento. En suma, el individuo acepta la idea de ser un adicto -de tener la enfermedad de la adicción- y deja de combatirla. Está ahora dispuesto a hacer lo que sea que deba hacer para mejorarse y a admitir que no sabe qué es lo que tiene que hacer y que deberá atenerse al progroma de recuperación en el que ha depositado su confianza" (Washton y Boundy, pags. 189-193). 





jueves, 12 de noviembre de 2015

Alcoholismo y fobia social

El alcoholismo puede estar ligado a diversos trastornos emocionales, uno de ellos es la fobia social, que se define como sigue:
"Fobia social
Es un miedo persistente e irracional ante situaciones que puedan involucrar el escrutinio y juzgamiento por parte de los demás, como en fiestas u otros eventos sociales.
Causas
Las personas con trastorno de ansiedad social sienten miedo y evitan situaciones en las cuales puedan ser juzgadas por los demás. Esto puede comenzar en la adolescencia y posiblemente tenga que ver con padres sobreprotectores u oportunidades sociales limitadas. Hombres y mujeres resultan igualmente afectados por este trastorno.
Las personas que padecen fobia social están en alto riesgo de caer en la drogodependencia y el alcoholismo, dado que pueden llegar a confiar en la bebida y las drogas para relajarse en situaciones sociales" (citado de MedLine Plus, Biblioteca Nacional de Medicina de los EEUU, negritas son nuestras). 
 En la Wikipedia se señala esta relación:

Abuso de sustancias

El 39,6% de las personas con fobia social presentan abuso de sustancias.[cita requerida] Téngase en cuenta la importancia que este dato reviste, dado que gran parte de quienes la padecen son personas jóvenes, que presentan así un alto grado de vulnerabilidad a desarrollar una adicción. La intensa ansiedad y angustia en situaciones de desenvolvimiento social, resulta especialmente perturbadora en los jóvenes porque para ellos es de capital importancia la pertenencia a un grupo o el inicio de relaciones laborales y de pareja. Este abuso o dependencia de sustancias o alcohol, como una forma de automedicarse, disminuye los niveles de ansiedad de los pacientes gracias a la desinhibición que el alcohol produce. En un intento de aliviar sus síntomas, descubren y utilizan, una y otra vez, el efecto desinhibidor del alcohol (“voy a tomar algo fuerte para darme coraje”), ansiolíticos y otros tóxicos. Además, estudios realizados revelaron un promedio de 32% de fobia social en poblaciones de alcohólicos, un porcentaje casi tres veces mayor que en la población general[cita requerida].(Wikipedia, Fobia Social).
 Igualmente en este artículo se señala que "La Fobia Social abre las puertas al  Alcoholismo".

En inglés pueden encontrarse más referencias buscando "social phobia alcoholism", por ejemplo:
Un aspecto a considerar es que una persona con fobia social y alcoholismo puede ver limitadas o inhibidas sus posibilidades de tratamiento, precisamente por los síntomas de la primera. En particular, participar en un movimiento como AA, donde se espera que en determinado momento la persona hable de sí misma y de como ha hecho para mantenerse sin beber, puede ser difícil para alguien con fobia social. Si bien no es obligatorio hablar y algunas personas introvertidas canalizan su participación en actividades como el servicio en los grupos (coordinar una reunión, preparar el refrigerio, entre otras). En mi caso particular, en determinado momento limité mi participación en los grupos, porque no asimilaba bien las críticas o sugerencias de otros miembros, lo cual me llevó a una asistencia menor a reuniones, a desconfiar de todo y finalmente a tener una difícil recaída luego de varios años de no beber. Actualmente estoy participando de nuevo en AA, me doy cuenta que mi visión de los grupos y el programa estaba sesgada por mis propios trastornos emocionales, como la fobia social, y he encontrado dentro de la variedad de grupos uno en el que me siento cómodo y puedo hablar en las ocasiones en las que lo necesito.





viernes, 9 de octubre de 2015

La obsesión de todo alcohólico

La obsesión de todo alcohólico no es beber descontroladamente, es más bien poder hacerlo de forma controlada. Y puede ser particulamente difícil salir de este círculo vicioso. Al respecto, el libro Alcohólicos Anónimos, conocido como "libro azul" o "libro grande", señala lo siguiente: 
Capítulo 3 -
Más acerca del alcoholismo

LA MAYORÍA de nosotros hemos estado poco dispuestos a admitir que éramos realmente alcohólicos. A nadie le agrada pensar que es física y mentalmente diferente a sus semejantes. Por lo tanto, no es extraño que nuestras carreras de bebedores se hayan caracterizado por innumerables y vanos esfuerzos para probar que podíamos beber como otras personas. La idea de que en alguna forma, algún día, llegará a controlar su manera de beber y a disfrutar bebiendo, es la gran obsesión de todo bebedor anormal. La persistencia de esta ilusión es sorprendente. Muchos la persiguen hasta las puertas de la locura o de la muerte.
Llegamos a comprender que teníamos que admitir plenamente, en lo más profundo de nuestro ser, que éramos alcohólicos. Éste es el primer paso hacia la recuperación. Hay que acabar con la ilusión de que somos como la demás gente, o de que pronto lo seremos.
Nosotros, los alcohólicos, somos hombres y mujeres que hemos perdido la capacidad para controlar nuestra manera de beber. Sabemos que no hay nadie realmente alcohólico que recupere jamás ese control. Todos nosotros creímos a veces que estábamos recobrando el control, pero esos intervalos, generalmente breves, eran inevitablemente seguidos de todavía menos control, que con el tiempo nos llevaba a una lastimosa e inexplicable desmoralización. Unánimemente estamos convencidos de que los alcohólicos de nuestro tipo padecemos de una enfermedad progresiva. Después de cierto tiempo empeoramos, nunca mejoramos.

Prólogo a la tercera edición en español
Todas estas personas, por muy diferentes que fuesen, tenían en común el mismo sufrimiento y numerosas experiencias que compartir. Casi todos insistían largo tiempo en poder controlar su forma de beber, a pesar de las repetidas y cada vez más contundentes pruebas de lo contrario. Al final, cada uno por su propio camino, todos tuvieron que admitir su derrota y lo irresistible que les era el alcohol. Algunos se creían ya perdidos; otros se dieron cuenta de que, a paso lento o acelerado, se estaban acercando a la ruina total, a la locura o a la muerte. Todos cruzaron el umbral de A.A. armados nada más que con la humilde admisión de su impotencia ante el alcohol y, una vez adentro, rodeados por sus compañeros de fatigas, encontraron la posibilidad de reponerse y de vivir una nueva vida de alegría y utilidad.

El libro reconoce la existencia de intervalos, generalmente breves, donde en apariencia se recupera el control, seguidos por etapas de mayor descontrol. En la definición de alcoholismo que citábamos en la entrada anterior se señala que evolución cursa con "la alternancia de períodos de remisión de la enfermedad y períodos de recaída, en los que su vida se desorganiza y puede llegar a estar fuera de control".


sábado, 12 de septiembre de 2015

Concepto y definición de alcoholismo

En el documento Alcoholismo. Guías Clínicas Basadas en la Evidencia Científica. Socidrogalcohol. Segunda edición, Dr. Josep Guardia Serecigni (coordinador), encontramos las siguientes definiciones:
Concepto de Alcoholismo
El alcoholismo se caracteriza por la dificultad para controlar el consumo de bebidas alcohólicas. El deterioro en la capacidad de controlar el consumo de alcohol puede ser intermitente y muy ligero, en las fases iniciales de la enfermedad, pero puede llegar a ser continuado e intenso, más adelante, y conducir a una “robotización” progresiva de la conducta de auto-administración de alcohol y a una pérdida de control tan grave como la de cualquier otra drogodependencia por vía intravenosa.
Cuando una persona ha desarrollado una grave dependencia del alcohol no podrá retornar a un consumo moderado y cuando pruebe de tomar bebidas alcohólicas volverá a experimentar las mismas dificultades para controlar su consumo. Por este motivo, el objetivo ideal sería que el paciente alcohólico se mantuviera sin tomar bebidas alcohólicas, de manera continuada, sin embargo, lo más probable es que su actitud ante tal objetivo sea bastante ambivalente y ello puede contribuir a que su evolución curse con la alternancia de períodos de remisión de la enfermedad y períodos de recaída, en los que su vida se desorganiza y puede llegar a estar fuera de control. 

Síndrome de Dependencia del Alcohol
Para la CIE-10 el Síndrome de Dependencia consiste en un conjunto de manifestaciones fisiológicas, comportamentales y cognoscitivas en el cual el consumo de alcohol adquiere la máxima prioridad para el individuo, mayor incluso que cualquier otro tipo de comportamiento de los que en el pasado tuvieron el valor más alto. Dos síntomas característicos son la sensación de deseo o necesidad (que pueden llegar a tener una gran intensidad) de beber alcohol y también la disminución de la capacidad para controlar la ingesta de alcohol (O.M.S.- 1992). (…)
El desarrollo del síndrome de dependencia del alcohol puede ser más lento que el de otras drogas, por ello sus consecuencias pueden aparecer más tarde, entorno a los 40-45 años. Sin embargo, cambios en las pautas de consumo y el consumo previo o simultáneo de otras sustancias pueden favorecer un desarrollo más rápido y contribuir a una dependencia más severa del alcoholismo (Echeburúa, 2001). (pag. 15)

lunes, 7 de septiembre de 2015

No condicionar la sobriedad o abstinencia del alcohol

El libro Viviendo Sobrio de Alcohólicos Anónimos se define como "un librillo práctico de 88 páginas que demuestra a través de ejemplos cómo los A.A. en todas partes del mundo viven y se mantienen sobrios día a día".

Si bien no es considerado un libro de recuperación, si no como decía un miembro de "trucos para no beber", su importancia no debe ser subestimada, en particular del capítulo 25 "Salirse de la trampa del subjuntivo".

El términos subjuntivo no es común en el idioma español, buscando con Google encontramos el siguiente significado:
Modo verbal que expresa una acción, un proceso o un estado como hipotético, dudoso, posible o deseado; suele aparecer en oraciones subordinadas.
 Es decir, se trata de no condicionar la sobriedad a determinadas condiciones personales o externas favorable o cómodas para el alcohólico en recuperación.

A continuación resumimos de manera extensa parte de su contenido (subrayados nuestros):
25. Salirse de la trampa del subjuntivo 
Los enredos emocionales con las demás personas no son la única fuente de peligros para que nuestra sobriedad se vea dependiente de factores extraños. Algunos de nosotros tenemos la tendencia a poner condiciones a nuestra sobriedad, sin siquiera darnos cuenta. 
Uno de nuestros miembros dice, "Nosotros los borrachos * somos gente muy subjuntiva. Durante nuestros días de bebedores, estábamos tan llenos de cosas condicionales, como de alcohol. Una gran cantidad de nuestros sueños empezaban con la frase, 'Si sucediera esto, si sucediera lo otro'. Y nos decíamos continuamente a nosotros mismos que no tendríamos por qué emborracharnos si esto o lo otro no hubiera sucedido, o que no tendríamos ningún problema con la bebida si . . ."
Todos hemos continuado la frase con nuestras propias explicaciones (¿o excusas?) para nuestro alcoholismo. Cada uno de nosotros pensaba: Yo no estaría bebiendo en esta forma si . . .
(…)
Mirando retrospectivamente esta forma de pensar y la conducta resultante, vemos ahora que estábamos dejando que unas circunstancias totalmente ajenas a nosotros mismos nos gobernaran la vida. Cuando suspendimos la bebida, una gran cantidad de esas circunstancias se colocaron en su lugar apropiado en nuestras mentes. A un nivel personal, muchas de ellas se aclaran tan pronto empezamos la recuperación, y vemos las soluciones que podemos trabajar para desvanecer esas otras algún día. Entre tanto, nuestra vida es mucho mejor en sobriedad, no importa la situación en que nos encontremos. 
Pero después de algún tiempo de abstención, se presenta para algunos de nosotros una ocasión en la cual nos golpea en el rostro un nuevo descubrimiento. Ese "subjuntivo" que utilizábamos habitualmente en nuestros días de alcoholismo activo, se ha adherido a nuestra abstención, aunque nosotros no lo veamos así. Inconscientemente, estamos colocando condiciones a nuestra abstención.  Hemos empezado a verificar que la sobriedad es una buena cosa, si todo va bien, y si nada nos sale mal. 
En efecto, empezamos a ignorar la naturaleza bioquímica o inmutable de nuestra enfermedad. El alcoholismo no respeta esos subjuntivos. No se nos desaparece, ni por una semana, ni por un día, ni por una hora, dejándonos no alcohólicos y capacitados para beber nuevamente en alguna ocasión especial o por alguna razón extraordinaria, ni siquiera si se trata de una celebración que sólo acontece una vez en la vida, ni si nos golpea una gran calamidad, o si llueve en España o caen las estrellas en el África. El alcoholismo no tiene condiciones para nosotros, y no podemos hacerle concesiones a ningún precio. 
Puede llevarnos algún tiempo el adquirir ese conocimiento hasta la médula de nuestros huesos. Y en muchas ocasiones nosotros mismos no reconocemos las condiciones que hemos adherido inconscientemente a nuestra recuperación hasta cuando algo nos sale mal a pesar de nuestra buena voluntad. Entonces, ¡bumb!, ahí está. No habíamos contado con esta circunstancia. 
El deseo de un trago es natural a la luz de un fracaso desalentador. Si no conseguimos el ascenso, la promoción, o el trabajo con el cual estábamos contando, si nuestra vida amorosa empieza a dificultarse, o si alguien nos trata mal, entonces nos daremos cuenta de que todo el tiempo hemos estado confiando en las circunstancias para ayudarnos a mantenernos sobrios.  
En alguna parte de las convulsiones de nuestras células cerebrales, hemos mantenido una pequeña reserva como condición para nuestra sobriedad. Esa reserva estaba dispuesta a saltar en el momento menos pensado. Por eso empezamos a pensar, "Sí, la sobriedad es una gran cosa, y yo intento mantenerla". Pero nos escuchamos el murmullo de la reserva escondida que nos dice: "Tratarás de mantenerla, si todo sale perfectamente". 
No podemos permitirnos el lujo de esos seis condicionales. Tenemos que mantenernos sobrios no importa cómo nos trate la vida, no importa si los no alcohólicos aprecian nuestra sobriedad o no. Tenemos que mantener nuestra abstención independientemente de todo lo demás, sin complicar nuestros sentimientos con otras personas, y sin que dependa de condiciones o situaciones posibles o imposibles. 
Una y otra vez, hemos visto que no podemos permanecer abstemios únicamente por causa de la esposa, el marido, los hijos, los familiares, parientes, amigos, o por mantener un trabajo, o por agradar a un jefe, un médico, un juez o un acreedor. Por nadie distinto de nosotros mismos. 
El amarrar nuestra abstención a alguna persona (aunque sea otro alcohólico recuperado) o a alguna circunstancia distinta, no sólo es insensato sino muy peligroso. cuando empezamos a pensar, "Yo voy a estar abstemio si . . ." o "No voy a beber porque . . ." (Coloque en este espacio cualquier circunstancia distinta de su propio deseo de recuperación), inadvertidamente estamos poniéndonos en situación de beber cuando cambie esa persona, condición o circunstancia. Y cualquiera de ellas puede cambiar en cualquier momento. 
Nuestra sobriedad independiente, sin afiliarse a ninguna cosa o persona distinta, puede crecer y volverse lo suficientemente fuerte para capacitarnos para afrontar todo y a todos. Y, como usted mismo lo comprobará, empezamos a apreciar ese sentimiento también.
Esto en los grupos se dice en términos más simples: pase lo pase, suceda lo que sucedad, no beba.


sábado, 22 de agosto de 2015

El concepto de fondo alcohólico o adictivo, parte 2

El concepto de fondo alcohólico deriva de una serie de aspectos del primer paso de Alcohólicos Anónimos (libro Doce Pasos y Doce Tradiciones) que citamos a continuación, en particular de su encabezado e implicaciones:
"Admitimos que éramos impotentes ante el alcohol, que nuestras vidas se habían vuelto ingobernables".

¿A quien gusta admitir la derrota total? A casi nadie, por supuesto. Todos los instintos naturales se rebelan contra la idea de la impotencia personal. Es verdaderamente horrible admitir que, con una copa en la mano, hemos deformado nuestra mente hasta tener una obsesión por beber tan destructiva que solo un acto de la Providencia puede librarnos de ella.

  No hay otro tipo de bancarrota como ésta. El alcohol, ahora convertido en nuestro acreedor más despiadado, nos despoja de toda confianza en nosotros mismos y toda voluntad para resistirnos a sus exigencias. Una vez que se acepta esta dura realidad, nuestra bancarrota como seres humanos es total.

Pero al ingresar en A.A. pronto adoptamos otra perspectiva sobre esta humillación absoluta. Nos damos cuenta de que sólo por medio de la derrota total podemos dar nuestros primeros pasos hacia la liberación y la fortaleza. La admisión de nuestra impotencia personal resulta ser a fin de cuentas la base segura sobre la que se puede construir una vida feliz y útil.

   Sabemos que son pocos los beneficios que un alcohólicos que ingrese en A.A. puede esperar, si ni ha aceptado, desde el principio, su debilidad devastadora y todas sus consecuencias.
(...)
   Durante los años pioneros de A.A., únicamente los casos más desesperados podían tragar y digerir esta dura verdad. E incluso estos "moribundos" tardaban mucho en darse cuenta de lo grave de su condición. Pero unos cuantos sí se dieron cuenta y cuando se aferraban a los principios de A.A. con todo el fervor con que un náufrago se agarra ala salvavidas, casi sin excepción empezaban a mejorarse. Por eso, la primera edición del libro "Alcohólicos Anónimos", publicado cuando teníamos muy pocos miembros, trataba exclusivamente de casos de bajo fondo. Muchos alcohólicos menos desesperados probaron A.A., pero no les dio resultado porque no podían admitir su impotencia.

   Es una tremenda satisfacción hacer constar que esta situación cambió en los años siguientes. Los alcohólicos que todavía conservaban su salud, sus familias, sus trabajos e incluso tenían dos coches en su garaje, empezaron a reconocer su alcoholismo. Según aumentaba esta tendencia, se unieron a ellos jóvenes que apenas se podían considerar alcohólicos en potencia. Todos ellos se libraron de esos diez o quince años de auténtico infierno por los que el resto de nosotros habíamos tenido que pasar. Ya que el Primer Paso requiere que admitamos que nuestras vidas se habían vuelto ingobernables, ¿cómo iban a dar este Paso personas como ésas?

   Era claramente necesario levantar el fondo que el resto de nosotros habíamos tocado hasta el punto que les llegara a tocar a ellos. Al repasar nuestros historiales de bebedores, podíamos demostrar que, años antes de darnos cuenta, ya estábamos fuera de control, que incluso entonces nuestra forma de beber no era un simple hábito, sino  que en verdad era el comienzo de una progresión fatal.
(...)
   ¿Por qué tanta insistencia en que todo A.A. toque fondo primero? La respuesta es que muy poca gente tratará de practicar sinceramente el programa de A.A. a menos que haya tocado fondo. Porque la práctica de los restantes once Pasos de A.A. supone actitudes y acciones que casi ningún alcohólico que todavía bebe podría siquiera soñar en adoptar.
(...)
Bajo el látigo del alcoholismo, nos vemos forzados a acudir a A.A. y allí descubrimos la naturaleza fatal de nuestra situación. Entonces, y sólo entonces, llegamos a tener la amplitud de mente y la buena disposición para escuchar y creer que tienen los moribundos. Estamos listos y dispuestos a hacer lo que haga falta para librarnos de esta despiadada obsesión". (AA, libro Doce Pasos y Doce Tradiciones, paso 1, Traducción al español Copyright © 1985, 1995 por Alcoholics Anonymous World Services, Inc., New York, subrayado por el autor de este blog, recomendamos comprar el original con el texto completo). 



lunes, 10 de agosto de 2015

El concepto de fondo alcohólico o adictivo, parte 1

En el libro de Narcóticos Anónimos, Guías para trabajar los Doce Pasos de Narcóticos Anónimos, se ofrece una explicación bastante didáctica de los doce pasos, por lo cual vamos a recurrir en primer lugar a la misma para ofrecer una definición del fondo alcohólico o adictivo y como se relaciona con otros conceptos del primer paso.

Hacemos una aclaración, si bien en autor de este blog no fue usuario de drogas distintas al alcohol, las adicciones en general tienen rasgos comunes como la pérdida de control, la tolerancia, la dependencia, las consecuencias negativas y el síndrome de abstinencia.

Volvamos al tema que nos ocupa, la definición de fondo:
"Golpeando el fondo: desesperación y aislamiento
Finalmente nuestra adicción nos lleva a un lugar donde no podemos seguir negando la naturaleza de nuestro problema. Todas las mentiras, todas las racionalizaciones, todas las ilusiones se caen cuando debemos enfrentar lo que se ha vuelto nuestra vida. Nos damos cuenta que hemos estado viviendo sin esperanza. Encontramos que nos hemos quedado sin amigos o tan completamente desconectados que nuestras relaciones son una simulación, una parodia del amor y la intimidad. Aunque pueda parecer, cuando nos encontramos en este estado,  que todo está perdido, la verdad es que debemos atravesar este lugar antes de que nos podamos embarcar en nuestro viaje de recuperación.
¿Que crisis me llevó a la recuperación?
•    ¿Que situación me llevó a trabajar formalmente el paso uno?
•    ¿Cuándo reconocí por primera vez mi adicción como un problema? ¿Traté de corregirlo? Si es así, ¿cómo? Si no, ¿por qué no?"
Esto a su vez se relaciona con otros conceptos del paso uno, cuyo encabezado dice "Admitimos que éramos impotentes antes nuestra adicción, que nuestra vida se había vuelto ingobernable".
La enfermedad de adicción

Lo que nos hace a nosotros adictos es la enfermedad de la adicción, no las drogas, no nuestra conducta, sino nuestra enfermedad. Hay algo dentro de nosotros que nos hace incapaces de controlar nuestro uso de drogas. Este mismo “ algo “ también nos inclina a la obsesión y la compulsión en otras áreas de nuestras vidas. (...)

Negación

La negación es la parte de nuestra enfermedad que nos dice que no tenemos una enfermedad. Cuando estamos en negación, somos incapaces de ver la realidad de nuestra enfermedad. Minimizamos sus efectos. Culpamos a otros, citando  las expectativas demasiado altas de familiares, amigos y empleadores. Nos comparamos con otros adictos cuyas adicciones parecen  “peores” que la nuestra. Podemos culpar a una droga en particular. Si hemos estado en abstinencia de drogas por algún tiempo, podemos comparar la normal manifestación de nuestra adicción con nuestro uso de las drogas, racionalizando que ¡nada que hagamos hoy podría ser tan malo como fué aquello!. Uno de los modos más fáciles de darnos cuenta que está en negación es cuando nos encontramos a nosotros mismos, dándonos plausibles pero falsas razones de nuestra conducta (...)

Sin poder

Como adictos reaccionamos a la palabra “ sin poder” de diversos modos.  Algunos de nosotros reconocen que simplemente  no podría existir una  descripción más exacta de nuestra situación, y admiten nuestra impotencia con un sentimiento de alivio. Otros rechazan la palabra, conectándola con debilidad o creyendo que indica alguna deficiencia de carácter. Comprendiendo “sin poder”- y como el admitir nuestro sin poder es esencial para nuestra recuperación- nos llevará a nosotros a desestimar cualquier sentimiento negativo que tengamos sobre el concepto.
Nosotros estamos sin poder cuando la fuerza que impulsa en nuestra vida está más allá de nuestro control. Nuestra adicción podría ciertamente ser calificada como una fuerza incontrolable que impulsa. Nosotros no podemos moderar o controlar nuestro uso de drogas, ni otras conductas compulsivas, aún cuando nos hagan perder las cosas que nos importan más. No podemos parar, aún cuando el continuar resultará, seguramente en un daño físico irreparable. Nos encontramos a nosotros mismos, haciendo cosas que  nunca haríamos si no fuera por nuestra adicción; cosas que nos harían temblar de vergüenza si pensáramos en ellas. Podemos incluso decidir que no queremos usar, que no vamos a usar, y darnos cuenta que somos simplemente incapaces de parar cuando se presenta la oportunidad (...)

Ingobernabilidad

El primer paso nos pide que admitamos dos cosas: una, que estamos sin poder sobre nuestra adicción; y dos, que nuestras vidas se han vuelto ingobernables. En realidad, nosotros estaríamos duramente presionados para admitir una y no la otra. Nuestra no gobernabilidad es la evidencia externa de nuestra falta de poder. Hay dos tipos generales de ingobernabilidad: ingobernabilidad externa, de la clase que puede ser vista por los otros; e ingobernabilidad interna, o personal (...)

Reservas

Las reservas son lugares en nuestro programa que hemos reservado para las recaídas. Ellas pueden ser construidas alrededor de la idea de que nosotros podemos retener una pequeña medida de control (...)

Rendición

Hay una enorme diferencia entre resignación y rendición. Resignación es lo que sentimos cuando nos hemos dado cuenta que somos adictos pero todavía no hemos aceptado la recuperación como la solución a nuestro problema. Muchos de nosotros se encuentran a sí mismos en este punto mucho antes de venir a N.A.. Podemos haber pensado que era nuestro destino ser adictos, vivir y morir en nuestra adicción. La rendición, por otro lado, es lo que sucede después que hemos aceptado el primer paso como algo que es verdad para nosotros y hemos aceptado que la recuperación es la solución. Nosotros no queremos que nuestras vidas sean lo que fueron. No queremos seguir sintiéndonos como nos hemos sentido (...) 
Principios espirituales

En el primer paso, nosotros vamos a enfocar la honestidad, la apertura mental, la buena voluntad, la humildad, y la aceptación.
La práctica del principio de honestidad desde el Primer Paso comienza admitiendo la verdad sobre nuestra adicción, y continua con la práctica de la honestidad sobre una base diaria. Cuando nosotros decimos “Yo soy un adicto” en una reunión, puede ser la primera cosa verdaderamente honesta que hemos dicho en un largo tiempo. Nosotros empezamos a ser capaces de ser honestos con nosotros mismos y, consecuentemente, con otra gente."
Tomado de: Narcóticos Anónimos. Guías para trabajar los pasos de Narcóticos Anónimos. NAWS Inc, 2000. Sin embargo el texto que citamos aquí lo tomamos de otra traducción (vía Google) de este sitio, que tiene algunas diferencias de expresión con el texto impreso, pero se recogen los mismos conceptos.

En un segundo post sobre este tema resumiremos lo planteado en el primer paso del libro sobre los Doce Pasos de Alcohólicos Anónimos. 



jueves, 23 de julio de 2015

El peligro de las etiquetas sobre trastornos emocionales

Leemos en el blog Fobia Social lo siguiente:
“Tío, qué antisocial eres“ es algo que nos ha podido decir cualquiera en múltiples ocasiones. Son muchos los conceptos de la psicología científica que se han diseminado en el lenguaje popular. Casi siempre se usan de forma errónea para etiquetar lo que sentimos o pensamos. Términos como Bipolar, Doble Personalidad, Borderline, Autista, Depresión, Ansiedad, Nervios, Neurótico o Antisocial se aplican al hablar de nosotros mismos y de los demás, sin saber en realidad qué significan e implican". Fobia social frente a conducta asocial o antisocial, por Javier Corchado.
En los grupos de AA con alguna ligereza se utilizan términos como "neurosis" o sociópata, por ejemplo en el sentido que todo alcohólico es supuestamente neurótico, idea que en realidad proviene de otro movimiento de doce pasos, los Neuróticos Anónimos. El problema de este movimiento es que consideran que el alcoholismo es sólo emocional, es decir, psicodinámico, y no una enfermedad con un importante componente fisiológico, que puede ser previo a la ingesta de una sustancia adictiva como el alcohol o un resultado del uso y el abuso. En el libro Alcohólicos Anónimos, conocido como Libro Azul o libro grande, en la opinión médica se sostiene que es una enfermedad física, que compara con una alergia. Si bien el término "alergia" no es del todo adecuado en el contexto actual, expresa algo que investigaciones genéticas y neurobiológicas han confirmado en los últimos 25 años sobre el alcoholismo como enfermedad compleja y multicausal.

El términos neurosis dejó de ser usado por la psiquiatría, y en buena medida por la psicología (con la excepción del psicoanálisis), desde los años 70 del siglo pasado. En concreto en la Wikipedia en la entrada sobre el tema leemos lo siguiente:
Existe una confusión generalizada sobre el término neurosis. Por un lado se aplica, como síntoma, a un conjunto heterogéneo de trastornos mentales que participan de mecanismos inadaptativos ligados a la ansiedad. Por otra parte, su uso popular (como sinónimo de obsesión, excentricidad o nerviosismo) ha provocado su extensión a terrenos no estrictamente ligados a la enfermedad mental.
El término neurosis fue abandonado por la psicología científica y la psiquiatría, sustituyéndose por trastornos (...)

El término neurosis fue abandonado por la psicología científica y la psiquiatría. Concretamente, la OMS (CIE-10) y la A.P.A. (DSM-IV-TR) han cambiado la nomenclatura internacional para referirse a estos cuadros clínicos como trastornos, entre los que se incluyen:
  1. Trastornos depresivos (distimia, ciclotimia, episodios depresivos leves, moderados o graves [con o sin síntomas somáticos])
  2. Trastornos de ansiedad (fobias, trastorno obsesivo-compulsivo, agorafobia, crisis de angustia, trastorno por estrés postraumático, trastorno de ansiedad generalizada)
  3. Trastornos somatoformes (dismorfofobia, trastorno de conversión, hipocondría, dolor somatoforme, trastorno de somatización)
  4. Trastornos disociativos (Trastorno de identidad disociativo, fuga y amnesia psicógenas, trastorno de despersonalización, trance y posesión)
  5. Trastornos sexuales:
    1. Parafilias (exhibicionismo, fetichismo, froteurismo, pederastia, masoquismo, sadismo, travestismo, voyeurismo)
    2. Disfunciones sexuales (deseo inhibido, aversión al sexo, anorgasmia, impotencia, eyaculación precoz, dispareunia, vaginismo)
  6. Trastornos del sueño (insomnio, hipersomnia, parasomnias, terrores nocturnos, sonambulismo, disomnia)
  7. Trastornos facticios
  8. Trastornos del control de impulsos (cleptomanía, trastorno explosivo intermitente, ludopatía, piromanía, tricotilomanía)
  9. Trastornos adaptativos
  10. Factores psicológicos que afectan al estado físico
  11. Trastornos de la personalidad
  12. Códigos V (simulación, problemas interpersonales, duelo patológico, problemas funcionales, rol de enfermo, etc.) Tomado de la entrada sobre Neurosis en la Wikipedia.
En cuanto al término "sociópata" se refiere al trastorno antisocial de personalidad, sobre el cual en la misma Wikipedia puede leerse lo siguiente:
"Las personas que padecen este trastorno sufren un mal de índole psiquiátrico, un grave cuadro de personalidad antisocial que les hace rehuir las normas preestablecidas; no saben o no pueden adaptarse a ellas. A pesar de que saben que están haciendo un mal, actúan por impulso para alcanzar lo que desean, cometiendo incluso delitos graves. Es común que se confunda este trastorno con otras patologías parecidas, como podrían ser la conducta criminal, la antisocial o la psicopatía. Pero son trastornos, aunque relacionados, de diferentes características, con otros tratamientos y consecuencias" (Wikipedia).
En la actualidad los trastornos emocionales y de personalidad que acompañan al alcoholismo se analizan o diagnostican como diagnóstico dual o comorbilidad. Es decir, que el alcoholismo puede estar asociado a diversos trastornos psíquicos, y no a uno sólo, por lo cual las generalizaciones son innecesarias. Sobre el diagnóstico dual hemos publicado algunas entradas en este blog. 

jueves, 25 de junio de 2015

De nuevo

No he podido volver a actualizar este sitio debido a cambios en mi equipo informático y a problemas con mi conexión a Internet.

Lo estaré retomando pronto.

Gracias.

martes, 17 de marzo de 2015

Chistes sobre borrachos

Tres chistes gráficos sobre borrachos, pero como dicen en los grupos de AA de mi país, "un borracho no sirve ni para botar un balde mierda, porque la riega".




viernes, 13 de marzo de 2015

Escritores y alcoholismo - Per Olov Enquist sueco

“Suena cursi, pero un libro me salvó la vida” - El País
"Novelista y dramaturgo de éxito, el autor sueco pensó que el alcoholismo no le dejaría volver a escribir. Ahora publica sus memorias y la novela de su "resurrección".
"Allí empezó a beber en serio. Los amigos le decían que era la depresión la que lo había llevado al alcohol, pero él cree que era lo contrario: “Pamplinas sobre artistas. Te dicen que es normal, que la creación te lleva a la depresión, y la depresión, a la bebida. Lo que nadie te dice es que dejes de beber de una puta vez” (...)
Una historia que terminó un día que recuerda con toda precisión: “6 de febrero de 1990, hace 24 años. Desde entonces he estado sobrio. No he probado una gota y he escrito muchos libros cuando pensaba que no volvería a escribir”". Más en el enlace

domingo, 22 de febrero de 2015

AA para agnósticos y ateos

A raíz de una consulta que hizo una persona en un grupo de AA en Facebook, hice una búsqueda en Internet en inglés. De hecho existe un pequeño movimiento de grupos de AA de ateos y agnósticos que se manifiestan en los siguientes sitios:
  • http://www.agnosticaanyc.org/worldwide.html. Originalmente era una página de grupos de Nueva York, fue la primera que conocí de este tipo, en la actualidad contiene una guía de grupos de esta orientación en distintos países, aunque en general parecen ser de lengua inglesa.
  • AA agnostica, una página más completa que la anterior. En el sitio pueden encontrarse redacciones alternativas de los doce pasos
  • Un sitio en Facebook Agnostics-and-Atheists-in-AA con información y puntos de vista sobre el tema. 
Vía Google: aa agnostic.

Aclaro que en la actualidad me considero más un deísta filosófico que un agnóstico o un ateo. Tengo afinidades en el terreno espiritual con los Unitarios Universalistas y el Budismo Zen.

Debo aclarar que en AA siempre se han aceptado ateos y agnósticos (o al menos desde que se estableció la tercera tradición). Sin embargo en alguna medida se pensaba que se iban a convertir a la creencia en un Dios. Las páginas que enlacé al principio son de miembros de AA que han optado por continuar seguir siendo ateos o agnósticos.

Prisionero del alcohol

Muchos estuvimos prisioneros del alcohol. Imágenes tomadas del Blog : Amis/Amigos de Bill W. & Dr Bob 's friend.





martes, 27 de enero de 2015

El fondo alcohólico parte 2, mi propio fondo

Este escrito lo comencé hace varios meses como parte de un pretendido libro, que posiblemente no escriba, y lo revisé el día de hoy ya más sereno y habiendo resuelto algunos problemas de mi vida resultado del alcoholismo. Lo dejo a consideración de los lectores. Se puede incluir en otros sitios siempre y cuando se cite la fuente con el enlace del post.
http://informe-alcohol.blogspot.com/2015/01/el-fondo-alcoholico-parte-2-mi-propio.html 
 
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En Alcohólicos Anónimos se dice que el fondo alcohólico se toca una vez que la persona deja de beber, está en el programa y se da cuenta de las consecuencias del alcoholismo, mientras que bebiendo no es consciente de su problemática. Yo diría que en ambos momentos se toca fondo, pero que una vez que deja de beber y se aclara la mente, se puede valorar hasta donde llegamos bebiendo y las consecuencias negativas, algunas muy dolorosas.

Primero me retiraron la suscripción del periódico, después las televisión por cable, unas semanas después estuve dos días sin agua, una vecina me tuvo que regalar. Me quedé sin internet, sin teléfono fijo, sin celular.

Como parte de mi fondo, puedo citar una serie de situaciones puntuales como las siguientes, aunque después ahondaré en aspectos más cualitativos:
  • Fondo es haber perdido la custudia de mis ancianas madre y tía por mis problemas de alcoholismo. Se las llevaron para un hospital geriátrico y las iban a recluir en un asilo de ancianos. Al final, con ayuda de una vecina que se responsabilizó de su cuido, se pudieron traer a la casa y mi madre vivió sus últimos días en su habitación, viéndome sobrio algunos meses, y no solitaria en un asilo de ancianos.
  • Fondo es tener un celular viejo prepago, obsoleto hace años, porque el smartphone lo perdí, me lo robaron o lo empeñé bebiendo. Y no tener dinero para comprar algo mejor. En todo caso le agradezco al amigo y compañero que me regaló ese celular, de lo contrario estaría casi incomunicado.
  • Fondo son las terribles lagunas mentales que me daban, de dos o tres días de los que no podía recordar nada. Una vez aparecí con un ojo “morado” y con golpes en las manos, por una laguna no recuerdo lo que ocurrió. También perdí o empeñé objetos personales de valor y no recuerdo donde se quedaron.
  • Fondo es no tener ya ni tablet ni kindle (lector de libros electrónicos) porque los empeñé por licor. Y por una pequeña cantidad.
  • Fondo es haber empeñado mi pantalla de televisión LCD y tener ahora sólo un viejo televisor CRT prestado cuyo control remoto sirve a medias. La pantalla la puede recuperar con ayuda del mismo compañero que me regaló el celular, pero me la entregó hasta que tuve el dinero para darme una lección.
  • Fondo es haber cancelado la televisión por cable porque ya no la podía pagar y que me cancelaran mi suscripción a Netflix porque mi tarjeta no tenía fondos.
  • Fondo es haber perdido mi conexión a Internet de banda ancha porque no la pude pagar durante los últimos dos meses. Ahora me conecto con una datacard gracias a la ayuda de una persona.
  • Fondo es que se perdiera la línea del teléfono fijo de la casa de toda la vida por una deuda que no pude pagar. 
  • Fondo es haber vendido mi bicicleta de spinning por poco dinero. Y haberme terminado bebiendo ese dinero en pocos días.
  • Fondo es no saber qué se hicieron una cámara digital y una netbook (portátil de bajo costo), porque no sé si los empeñé para beber (como expliqué me daban muchas lagunas mentales) o si me los robó alguna persona de la casa como la ex-empleada doméstica.
  • Fondo es haber perdido un reproductor de música o mp3 recién comprado, junto con unos audífonos, cuando me fui a internar luego de una “tanda” (bebetoria de varios días o semanas). ¿Me lo robaron?, no lo sé.
  • Fondo es no haber podido comprar una computadora nueva cuando me pagaron la liquidación en el trabajo porque terminé con una intoxicación alcohólica. Y mi equipo actual ya comienza a ser obsoleto y tener fallas de hardware.
  • Fondo es no poder comprar muchas cosas que necesito porque mi dinero es muy escaso. Me tengo que restringir hasta con medicamentos.
  • Fondo es la delicada situación de salud que viví y los terribles síntomas y dolores hace unas semanas, así como pensar que iba a morir.
  • Fondo es haber perdido mi apreciado reloj Timex, se lo tuve que dejar a un taxista porque no tenía dinero para pagar la tarifa.
  • Fondo son las madrugadas terribles con síndrome de abstinencia del alcohol, sin licor y sin dinero.Como escuché en un grupo de AA, esa es la verdadera "goma" o resaca.
  • Fondo es no poder ir al cine porque tengo poco dinero y tener que esperar que pongan la película en el torrent (Internet), mientras leo comentarios en diversos sitios Web.
  • Fondo es la parálisis alcohólica que me dio luego del último episodio con la bebida, además de haberme caído, roto la cabeza y quedarme dormido en un charco de sangre.
  • Fondo es no tener un par de tenis (calzado deportivo) porque del último par que tenía perdí una de las dos en estado de ebriedad. Un compañero de AA me regaló hace pocos días un par de bajo costo para que hiciera ejercicio en las mañanas caminando.
  • Fondo es buscar artículos en Amazon, marcarlos en mi lista de deseos y no saber si algún día los podré comprar.
  • Fondo es pasar dos meses recluido en la casa y el hospital por los efectos del alcohol en mi organismo, salir hoy a la calle, extrañar los olores y molestarse por las miradas de la gente.
  • Fondo es haber pasado una semana tirado en el suelo en la casa, completamente solo, intentando parar mi última borrachera de varias semanas, orinándome en el suelo porque no podía caminar por la parálisis alcohólica, sin comer, solo tomando agua de un botellón, con alucinaciones alcohólicas del síndrome de abstinencia, con pesadillas extrañas y terribles. No defecaba porque no comía en mis "tandas". Solo salí de ese estado cuando llegaron una prima y un primo a rescatarme, me asearon un poco, me sacaron remolcado de la casa, me llevaron a un hospital psiquiátrico y de ahí a un hogar salvando al alcohólico -centro de tratamiento sin fines de lucro-. A partir de ese momento pude dejar de beber y en la actualidad tengo 6 meses de sobriedad. Fue tanto mi fondo que se me quitaron las ganas de beber a los dos meses de no hacerlo.
El fondo alcohólico sin embargo es una arma de doble filo. Puede servir para no beber o para lo contrario si conduce a la conmiseración o autocompasión. Igual sucede con la idea de enfermedad.

El alcohólico puede llegar a perder toda autonomía personal y depender de otras personas. Ahora dependo de una benefactora del barrio. Dependí de familiares para que me llevaran a internar cuando los AA ya no creían en mi (me habían internado dos veces y volví a beber).

También perdí autonomía de decidir sobre mi casa y una familiar lejana me tuvo que llevar a internar luego de mi última intoxicación alcohólica. Se deshicieron de muchas cosas de la casa con la idea que no servían y ahora ocupo algunas. Por ejemplo una plancha, una piedra de afilar cuchillos y otras cosas que no aparecen.

Habían varias mascotas en la casa y ahora no hay ninguna. Un perro y una gata que estaban muy viejos se murieron o los mandaron a sacrificar. No me quiero enterar qué sucedió en realidad, me resulta muy doloroso. Un perrito adoptado que tenía yo, había llegado perdido a la casa, le dimos alimento y comida, se lo llevó una señora del barrio, porque yo no lo podía cuidar en mis terrible borracheras y se iba a morir de hambre y sed. Ahora está amarrado todo el día, mientras que yo lo tenía suelto en el patio de la casa. Era muy útil porque siempre armaba un escándalo cuando un desconocido se acercaba a la casa. Era como tener una alarma.

Debo aclarar que los dos compañeros que me ayudaron (con el celular, pantalla de tv, zapatos tenis) lo hicieron poque me conocieron en la etapa que estuve sin beber antes de mi gran recaída y porque en ésta yo hice "paradas" y colaboré con el grupo de AA, ya sea aportando pro-sétimas para ayudar con el pago del alquiler como estando en el servicio del grupo. Nunca me borraron de la pizarra de servicio pese a mis reincidencias múltiples, les agradezco mucho. Al final me tuve que borrar yo porque ya no tenía dinero para llevar unos emparedados de refrigerio los sábados.

A los 6 meses de no beber he comenzado a conseguir trabajo, pequeñas cuestiones por contrato y es posible que el próximo mes consiga algo mejor. Es difícil que la gente vuelva a confiar en uno luego de tanto desastre. Sin embargo con la ayuda del programa y de un Poder Superior, muchas cosas se van resolviendo.



lunes, 26 de enero de 2015

El fondo alcohólico, parte 1

Buscando en Internet sobre otro tema me encontré este aporte (La espiral sin límites del alcohol) con algunas ideas interesantes sobre el fondo alcohólico. Posteriormente publicaré un aporte personal que ya tengo escrito, estaba con la idea de escribir un libro pero no pude emocionalmente, sobre mi propio fondo alcohólico.
"Al tocar fondo...
   Poco a poco al principio, pero muy rápido después, la vida propia deja de ser lo que era para convertirse en un auténtico desastre. Son habituales las alteraciones en la conducta que originan conflictos en la propia casa y el entorno laboral y social, hasta que se llega a una dinámica en la que discutir con cualquier persona y perder amigos es "lo normal".
   Entonces alguien decide llevar al enfermo a un centro de rehabilitación en el que sus miembros, en muchas ocasiones antiguos alcohólicos o personas en proceso de desintoxicación, ofrecen voluntariamente su apoyo al nuevo miembro. En primer lugar, lo que se debe hacer es "admitir la derrota sin condiciones y reconocer que tu vida con la bebida es incontrolable. Hemos bebido durante años -yo empecé a los 13 años y lo dejé cuando tenía 28- y el organismo ha hecho crack."
   Al principio, parece que nada cambia y además se deben sufrir los desequilibrios físicos y emocionales del primer mes de abstinencia. El programa de recuperación es duro, pero requiere voluntad por parte del afectado, ya que los demás han llegado a un punto en el que no pueden hacer nada por cambiarlo, así que se han resignado a la situación de embriaguez. Terapia, psicoterapia y actividades para llenar el tiempo libre componen estos tratamientos para conseguir eliminar la elevada adicción al alcohol". Tomado de este sitio.


sábado, 24 de enero de 2015

La muerte de mi madre, alcoholismo y fobia social

"Como un sueño,
un espejismo,
una flor de vacuidad,
así son nuestras vidas.
¿Por qué sufrimos intentando
atrapar esta ilusión?
Poema o sutra budista.
Mi madre falleció la madre pasada. Para un alcohólico es una situación difícil y sobre todo para un alcohólico con poco tiempo de no beber y con una grave recaída.

Sin embargo, gracias a un Poder Superior, y al poco de espiritualidad que he ido adquiriendo en el programa, no me dieron ganas de beber. Solo tuve una reincidencia en el fumado.

Reconozco que fue muy buena madre, pese a que me tuvo que criar sola, sin una figura paterna y con la ayuda de varias hermanas. Siempre procuró que tuviera lo necesario para estudiar, que fuera limpio y desayunado a la escuela, me inculcó buenos valores. Era una persona muy religiosa y trabajadora. Se destrozó la espalda trabajando como conserje en una escuela para que yo pudiera ir a la educación secundaria y luego a la universidad. En mi tercer año de universidad, como era un buen estudiante y todavía no bebía, conseguí trabajo como asistente de investigación, me pude financiar los estudios y ayudar a la casa.

Sin embargo mi madre padecía de trastornos emocionales. Su propia madre, mi abuela materna, era una señora con muchos desajustes mentales y sin ser su intención dañó emocionalmente a sus hijas. A mi madre no la dejó estudiar pese a que sacaba muy buenas notas en la escuela, siempre tuvo esa frustración y por eso me inculcó a mi el hábito del estudio. Mi madre, como producto de sus trastornos me criticaba mucho en la infancia por ser introvertido y callado, eso me agudizó  la fobia social o trastorno de ansiedad social que todavía padezco. También como era una madre muy dominante e hiperactiva siempre tuve problemas para relacionarme con mujeres, nunca me casé y ya paso del medio siglo. Tampoco tuve un buen trabajo como para mantener a mi familia de origen y a una familia propia. No me lamento, ni mi conmisero, son mis circunstancia y mi destino

Mi madre murió en paz, me vio sobrio en sus últimos meses de vida. Yo ya había estado diez años sin beber, pero por diversas razones que he venido explicando en este blog y que debo explicar más, tuve una recaída terrible muy difícil de parar.

En la actualidad lo que tengo son 6 meses de no beber, estoy asistiendo de manera asidua a los grupos de Alcohólicos Anónimos, sobre todo después de la muerte de mi madre. Cuando fallezca mi tía, que es mi única familia, quedaré solo, tengo unos familiares lejanos (primas), pero no me quieren por lo poco comunicativo que soy debido a mi fobia social.

No le temo a la soledad, tengo la compañia de los AA, me gusta pasar muchas horas solo sin ser interrumpido, escuchando música y navegando en Internet. O trabajando en mi casa. Esa es la vida del introvertido (más en Wikipedia).

Mi fobia social no es demasiado fuerte. Incluso estoy comenzando a hablar en la tribuna en los grupos de AA para ayudarme con mi problema. Antes participaba en grupos de mesa sin tribuna donde me resultaba más fácil hablar, pero esos grupos cerraron. También padezco de un trastorno de ansiedad generalizada, pero ahora no tengo mucha ansiedad, excepto que no duermo bien.

Recomiendo este blog y este foro sobre la fobia social